En el cuerpo humano el tejido dedicado específicamente a la contracción, a la movilidad del mismo en sus complicados movimientos es el músculo, del cual se conocen tres clases:
-Músculos estriados esqueléticos (de un 30 a un 40% de peso del cuerpo).
-Músculos estriados cardiacos.
Músculos lisos (entre ambos de un 2 a un 10% del peso).
Estos músculos estriados esqueléticos están situados sobre los huesos, son de contracción voluntaria, sometidos al control y mando del Sistema Nervioso Central; el estriado cardíaco, está bajo la tutela de unos centros nerviosos autónomos y del Sistema Nervioso Vegetativo, siendo su contracción involuntaria ya automática y el muscular liso forma parte de las vísceras digestivas y la red circulatoria, también es involuntario y bajo control del Sistema Nervioso Vegetativo.
Un músculo esquelético es, en general, una masa carnosa con dos extremos, los tendones, unos de origen, el más próximo al centro del cuerpo y otro de inserción, el más distal o distante; ambos se insertan fuertemente en el hueso, tirando del mismo en las diversas acciones de palanca –conocidas como de primer, segundo o tercer grado –en las que se distinguen en punto de apoyo o fulcro, es la articulación, otro punto, el de fuerza, son las inserciones musculares y otro, el de resistencia, donde está el peso a mover.
En el cuerpo el pipo de palanca más común es de 3º, donde el musculo está insertado más o menos cerca de la articulación de lo que depende la mayor o menor fuerza desarrollada por el grupo muscular correspondiente.
